El lazo más fuerte: le donó un riñón a su sobrino y le dio una segunda oportunidad

La historia de Mabel Alberione y su sobrino Franco es un testimonio de amor familiar y solidaridad. Todo comenzó hace casi una década, cuando Kevin, el hermano mayor de Franco, sufrió una descompensación repentina. Tras varios estudios médicos, se confirmó que padecía el Síndrome de Alport, una enfermedad genética que afecta los riñones, la audición y la visión. Su padre le donó un riñón, pero la preocupación de la familia no terminó allí: Franco también fue diagnosticado con la misma patología.

Durante seis años, el joven pudo postergar la necesidad de un trasplante gracias a tratamientos médicos, pero en 2021 su estado de salud se agravó. La pandemia dificultó la posibilidad de recibir un órgano de un donante fallecido, por lo que la familia se enfrentó a un panorama crítico. En ese momento, Mabel tomó una decisión que cambiaría sus vidas para siempre.

Al no poder recibir el riñón de su madre por tratarse de una enfermedad hereditaria, las opciones eran escasas. Sin dudarlo, su tía Mabel se ofreció como donante y, tras una serie de estudios, se confirmó que su compatibilidad con Franco era alta, aunque con un grupo sanguíneo diferente. Sin embargo, gracias a una innovadora técnica japonesa implementada por el equipo médico del Dr. Carlos Chiurchiu y el cirujano Esteban Metrebian, se logró realizar el trasplante con éxito.

"Pasé por muchos estudios físicos y psicológicos. Me dejaron en claro que podía arrepentirme en cualquier momento, pero nunca dudé. Sabía lo que esto significaba para Franco y para mi familia", expresó Mabel, quien describió la experiencia como una decisión de amor incondicional.

El trasplante le dio a Franco una nueva oportunidad de vida. Con los cuidados adecuados, un riñón trasplantado puede durar varias décadas. "No hay una matemática exacta, pero lo importante es que él puede seguir adelante", agregó Mabel, quien no dudó en afirmar: "Si tuviera que hacerlo de nuevo, lo haría sin dudarlo".

Esta historia es un recordatorio del poder de la donación de órganos y del impacto que puede tener en la vida de quienes lo necesitan.

Fuente: La voz de San Justo